PASTA DE DIENTES CON FLÚOR O SIN FLÚOR: ¿QUÉ ELEGIR?

Cualquiera que no se deje llevar por la publicidad, los eslóganes pegadizos y los envases llamativos, sino que prefiera elegir un dentífrico en función de sus ingredientes, sabe lo importante que es decidir si utilizar una pasta de dientes con o sin flúor.

Para quienes no se hayan planteado antes este tema, es bueno saber que un cepillado regular y un cuidado bucal cuidadoso no sólo es clave para tener un buen aspecto, sino que también es esencial para nuestra salud.

Y para elegir un dentífrico de forma inteligente, vale la pena investigar un poco sobre la cuestión de si el dentífrico con flúor o sin flúor es el camino a seguir.

Esto es importante porque la pasta de dientes ocupa un lugar destacado en la lista de los cosméticos más utilizados: la utilizamos varias veces al día y entramos en contacto muy estrecho con ella, ya que sus ingredientes pueden ser absorbidos a través de las mucosas de la boca. Otra razón para elegir con cuidado es que inevitablemente nos tragamos parte de la pasta de dientes al cepillarnos y aclararnos, lo que es especialmente cierto en el caso de los niños.

¿PASTA DE DIENTES NATURAL? ¡SI!

Por suerte, no hay que buscar mucho para encontrar un dentífrico libre de sustancias químicas: hoy en día hay una gama muy amplia para elegir, pero hay que tener en cuenta varios factores para encontrar el mejor para ti:

1. Sabor - Aunque no nos comemos la pasta de dientes, el sabor tiene que ser agradable. Lo que funciona para cada persona es sobre todo una cuestión de gusto personal, siendo los más populares los dentífricos con sabor a menta y a cítricos. Cualquiera que sea su gusto, encontrará algo que le convenga en la gama de dentífricos sin flúor de Schüssler: el dentífrico natural sin flúor con carbón activo de Schüssler y el dentífrico natural sin flúor con aceite de árbol de té están disponibles en sabor a menta, mientras que el dentífrico sin flúor de Schüssler, que vuelve con un aspecto renovado, tiene un agradable sabor a cítricos. Amar el sabor de tu pasta de dientes también es importante porque significa que no tienes que esforzarte por respetar el tiempo de cepillado de 2 a 5 minutos recomendado por los profesionales.

2.¿SLS o sin SLS? Esta sustancia, que es principalmente un antiespumante, se encuentra en un gran número de cosméticos, a pesar de sus probados peligros. Por lo tanto, es especialmente importante que evitemos que nos entre en la boca, en parte porque puede irritar las membranas mucosas de la boca y causar dolorosas grietas que pueden incluso infectarse.

Ingredientes sintéticos - Además de los mencionados anteriormente, desgraciadamente hay una serie de ingredientes artificiales - como PEG, parabenos, derivados del petróleo y otros - que sería mejor olvidar para siempre. Si tenemos cuidado de evitar el contacto directo con nuestra piel, debemos tenerlo en cuenta a la hora de elegir la pasta de dientes.

3.Microplásticos - Afortunadamente, cada vez se presta más atención a los microplásticos, que no son insignificantes en los dentífricos: a menudo se encuentran en pastas de dientes que dicen blanquear los dientes, pero ahora se sabe que causan enormes daños al medio ambiente y suponen una gran amenaza para las aguas naturales.

4 Certificación BIO - La etiqueta ecológica, otorgada por organizaciones independientes y sujeta a normas estrictas, sólo se concede a los productos que tienen la garantía de estar libres de sustancias químicas, y no sólo de ser naturales por su nombre o envase engañoso. Además, siempre hay que tener en cuenta el etiquetado: puede ser engañoso que una pasta de dientes diga que se ha reducido la cantidad de flúor que contiene, ya que eso está muy lejos de ser libre de flúor.

¿CON O SIN FLÚOR?

En esta cuestión, ni siquiera los profesionales se ponen de acuerdo en un denominador común, por lo que algunos dentífricos pueden destacar específicamente -y subrayar como ventaja- que se ha añadido flúor al producto. Los naturalistas prefieren los dentífricos sin flúor, y así lo indican en el nombre y la descripción del producto.

Es comprensible que mucha gente se pregunte para qué sirve (si es que sirve...) el flúor. La idea básica es que el flúor hace que los dientes sean más fuertes y resistentes e incluso puede prevenir las caries. Sin embargo, es menos común escuchar que el flúor, a pesar de sus (supuestas) propiedades beneficiosas, está clasificado como una neurotoxina y se utiliza, por ejemplo, para producir el llamado gas nervioso.

Es importante destacar que el flúor no es peligroso en pequeñas cantidades y a corto plazo, pero lo preocupante es que si se acumula en el organismo -en plan "muchos pequeños, muchos muchos"- puede causar problemas graves. Por si fuera poco, el flúor puede ingerirse no sólo a través de la pasta de dientes, sino también de ciertos alimentos (pescado, ciertas verduras, chicles y, a veces, agua del grifo).

¿CÓMO CEPILLARSE LOS DIENTES CORRECTAMENTE? 

Un cepillado regular y bien realizado no sólo es importante por razones estéticas, sino también porque puede prevenir una serie de problemas graves. La caries dental, que es una enfermedad muy extendida en la actualidad, la enfermedad de las encías con pérdida de dientes en los casos más graves, y diversas infecciones pueden prevenirse con una buena higiene bucal.

Cepillado demasiado agresivo

Mucha gente cree que un fregado enérgico es más eficaz para eliminar las bacterias y la placa de los dientes. Si bien hay algo de cierto en esto, el problema es que el exceso de abrasión y de fregado puede suponer un esfuerzo para las encías sensibles, que puede incluso provocar una atrofia prematura por el aumento de la tensión. Por ello, es mejor limpiar los dientes y las encías con un cepillo suave y con una minuciosidad delicada. La principal señal de que se está cepillando con demasiada fuerza es cuando las cerdas del cepillo de dientes se enroscan y se aflojan después de unos pocos cepillados.

Cepillado en un ángulo incorrecto

Otro error común es que el cepillado correcto requiere que las cerdas del cepillo estén perpendiculares a los dientes. Para limpiar los dientes de forma eficaz, es necesario limpiar los dientes y las encías con un cepillo de dientes sostenido en un ángulo de 45 grados, con movimientos suaves y circulares.

Cepillado con sierra

Los movimientos de fregado hacia delante y hacia atrás pueden dañar la estructura de los dientes. Empezando por la encía y las raíces de los dientes, cepille suavemente con un movimiento circular a lo largo de la parte exterior de los dientes, y luego cepille la parte interior de los dientes de la misma manera después de limpiarlos a fondo. 

Cepillado de mínimo dos minutos

Mucha gente ni siquiera se toma un minuto para cepillarse los dientes, pero sesenta segundos no son suficientes para eliminar las bacterias que acechan en la boca y que son las principales responsables de la caries. Para una limpieza dental a fondo, necesitas al menos dos minutos, pero preferiblemente más, ¡al menos dos veces al día! 

Cepillo de dientes siempre nuevo

Un cepillo de dientes usado en exceso no sólo hace un trabajo superficial de limpieza de los dientes y las encías, sino que también puede ser un presagio de bacterias no deseadas. Para prevenir las infecciones, sustituya el cepillo de dientes o el cabezal del cepillo eléctrico al menos cada tres meses, y después de un resfriado o una gripe, es una buena idea cambiar el cepillo de dientes aunque siga con el ciclo trimestral.

Pasta de dientes mal elegida

La diferencia está en la pasta de dientes que utilices para cuidar tus dientes.